Francisco Domingo Marqués, (1842- 1920)
Retrato de Roberto Domingo Fallola, hijo del pintor
- 1890
Óleo sobre lienzo
38,5 x 28 cm; medidas con marco 44,5 x 34 x 4,5 cm
Retrato infantil de Roberto Domingo Fallola (1883-1956), hijo del pintor Francisco Domingo Marqués. El pequeño Roberto nació en París, durante la estancia de su padre en la capital francesa, por lo que esta pintura debe datarse hacia a 1890, ya que el retratado no parece tener más de siete u ocho años.
Francisco Domingo es un pintor valenciano, cuya formación comenzó con el pintor paisajista Rafael Montesinos en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, perfeccionado su pintura en la Academia de San Fernando de Madrid. Completó su formación, como otros pintores de su generación, pensionado durante cuatro años en Roma.
Es un pintor costumbrista que sin embargo cultiva con frecuencia y fortuna el género del retrato donde hace gala de una técnica depurada, basada en el continuo ejercicio del dibujo que le ayuda a definir y fijar los rasgos del retratado.
Su pintura evidencia su admiración por grandes maestros de la pintura española como su paisano José Ribera, el andaluz Diego Velázquez o el aragonés Francisco de Goya, aspectos estos últimos perfectamente perceptibles en el retrato de la Fundación Visconti, como demuestra la interesante valoración lumínica del fondo absolutamente neutro, que debe inscribirse en la mejor tradición retratística española. También se dejó influir por artistas contemporáneos, entre los que cabe destacar a Eduardo Rosales.
El pequeño Roberto es retratado con indumentaria goyesca, habitual en la pintura de su padre, y sostiene en sus manos una paleta y pinceles, de hecho Roberto Domingo Fallola también fue artista como su padre, y destacó como pintor de temáticas taurinas, con obras destacadas como “Coleo” que se conserva depositado por el Museo del Prado en el Museo de Bellas Artes de Granada.
La familia del pintor, ya sea su esposa, su hija Elvira o su hijo Roberto, serán objeto de numerosos retratos, frecuentemente en dibujos pero también en pintura como en este caso.
La obra fue adquirida por Visconti, en Valencia, a una modelo de Francisco Domingo que la conservaba.