Llegar a Úbeda es fácil; se accede desde la A-92, desviándose, antes de llegar a Diezma, dirección Moreda y Guadahortuna. La carretera continúa por la N-301 que atraviesa la sierra de Mágina muriendo en la ciudad de Úbeda. Otra alternativa, desde la A-4, a la altura de Jaén, es tomar el desvío a Úbeda pasando también por Baeza. El recorrido no sobrepasa los 80 minutos por ambos caminos.
La ciudad es monumental, llena de edificios renacentistas, mudéjares y barrocos representativos de su grandeza y esplendor. Hacer un inventario de lo visitable es tarea difícil e inútil porque todo es digno de contemplar, pero es imprescindible, no obstante, aludir a la plaza de Vázquez de Molina y sus alrededores en la que se ubican: la colegiata de Santa María de los Reales Alcaceres, la capìlla del Salvador, el parador de turismo Condestable Dávalos, la cárcel del obispo, el palacio del marqués de Mancera, el antiguo pósito y el palacio de las Cadenas, que ocupa actualmente el Ayuntamiento. Todos estos edificios acogen cientos de piezas y objetos de gran valor histórico y artístico.
Desperdigados por el entramado urbano hay otros bellos edificios como el oratorio de de San Juan de la Cruz, que murió en esta ciudad, el palacio de Vela de los Cobos y el impresionante hospital de Santiago, construido por Vandelvira que también fue consultado para determinados problemas arquitectónicos de la catedral de Guadix y diferentes edificios de Andalucía
Úbeda es un conjunto monumental muy bien conservado en el que también se pueden contemplar otros paisajes naturales como la depresión del Guadalquivir, las vistas de la sierra de Cazorla, las cercanas poblaciones de Baeza, Sabiote , Bédmar o los embalses de Marín o Doña Aldonza. Todo ello en un entorno cercano y de fácil acceso.