Escuela barroca andaluza. Anteriormente atribuida a Lucas Valdés Carrasquilla (1661-1725)

Óleo sobre lienzo   

90 x 114 x 6 cm
64,5 x 88,5 cm

De la serie de pinturas de la vida de la Virgen, cuyo estudio iniciamos el mes anterior, otro de los lienzos representa los Desposorios de la Virgen [fig. 1], nuevamente se trata de una pintura interesante y que revela una amplia influencia de los grabados y pinturas de artistas coetáneos.

En este caso significaremos la inspiración  del grabado de Giovanni Jacopo Caraglio versionando a Parmigianino [fig. 2], especialmente en cuanto a la agrupación de personajes que se dispone en torno al grupo central constituido por el sacerdote, la Virgen y san José, aspecto este que puede relacionarse con la obra de Juan Valdés Leal para la catedral de Sevilla [fig. 3], en la que aparecen igualmente diferentes grupos de personajes que van dotando a la obra de notable  profundidad, y centran el eje visual en el grupo central.

La Anunciación [fig. 4], por su parte recurre al modelo propagado en el ámbito barroco granadino gracias a la influencia de Alonso Cano. Como obra destacada en este sentido señalamos la Anunciación conservada en el Museo Lázaro Galdiano [fig. 5], que ha de considerarse como obra de seguidor, pero que nos sirve para determinar el grado de influencia, analizando aspectos como la composición general, la presencia de un amplio cortinaje tras la figura arrodillada de la Virgen, de una alfombra con diseño muy similar, la similitud con el rompimiento de cielo y paloma del Espíritu Santo, posición del arcángel... Si bien es cierto que no se trata de una adaptación literal, y se permite licencias creativas como los dos angelotes que juegan con el jarrón y las flores junto al reclinatorio de la Virgen.

Por último la escena de la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel [fig. 6], es una adaptación de una pintura del mismo tema, de la que se conocen varias versiones de Rubens. Como ejemplo hemos traído el “modelo” que se conserva en la Galería Nacional de Praga  [fig. 7], que posteriormente a lo largo del siglo XVII será difundido por los grabadores Pieter de Jode II  [fig. 8] o por Claes Jansz Visscher  [fig. 9], y que tuvo bastante éxito como demuestra esta pintura de Guadix o la versión que se conserva en la catedral de Málaga de Peeter Sion [fig. 10].

El artista ha adaptado al formato horizontal la composición, pero mantiene la escalera sobre el arco, la agrupación de los personajes y la presencia de un sirviente cargando una cerámica sobre su cabeza, e incluso la presencia del burro cargado del equipaje, aunque en esta ocasión en último término y no en primer plano como en la obra de Rubens.

Como comentábamos al inicio de este estudio en la ficha anterior, el análisis pormenorizado de las influencias iconográficas contemporáneas a las pinturas, nos permite cuestionar la tradicional atribución a Lucas Valdés, ya que la mayoría de los referentes destacados, al margen de los grabados que pueden ser conocidos en cualquier geografía, son más próximos al ámbito granadino, por lo que este grupo de obras deben ser consideradas obras anónimas de escuela andaluza de finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII.