El próximo 15 de junio se celebra la festividad del Corpus Christi, la fiesta más emblemática de la ciudad de Granada, cuyo arraigo en el mundo cristiano se remonta al Concilio de Trento. Este culto a la Eucaristía tuvo especial auge, a partir de la reconquista, en algunas ciudades del antiguo reino de Andalucía (Baeza, Jaén, Málaga….) , pero ha sido Granada la ciudad en la que esta celebración adquiere mayor esplendor.
La celebración del Corpus, después de la toma de la ciudad por los Reyes Católicos se convirtió en un medio para asentar la religión católica,, después de ocho siglos de dominación musulmana; pero ello no fue óbice para que, durante varios años, acudieran a la procesión zambras de moriscos, alentados por Fray Hernando de Talavera, con intención de convertirlos a la fe cristiana.
La fiesta de Corpus, no sólo tiene tradición y presencia en Granada capital sino en los pueblos de sus alrededores, principalmente, en los de la Vega, que, inicialmente y durante un largo tiempo, estaban obligados a contribuir a su celebración y al engalanamiento de la ciudad enviando carros con hierbas olorosas como el romero, espliego, espadaña…… para realzar el olor a primavera.
Sobre su origen, circulan varias teorías, pero quizás la más aceptada sea la de Fray Francisco Tomás de Cardera que, con motivo de la celebración del Corpus de 1765, mantuvo que Jesucristo instituyó el sacramento del altar en la última cena y desde entonces la iglesia católica venera la eucaristía.
Las fiestas del Corpus en Granada tienen una historia llena de anécdotas y vicisitudes que se pueden encontrar y disfrutar con la lectura del Estudio Histórico-Crítico de las fiestas del Corpus de Granada, de la que es autor Francisco de Paula Vallada, así como Las fiestas del Corpus de Miguel Garrido Atienza, editada en 1889.